Winners

Okey, hicimos la coreo con todas las ganas (? del mundo. Cambiamos el tema, cambiamos los pasos, pulimos las cosas, nos volvimos locas con la vestimenta, hicimos dos veces la remera, nos manchamos con pintura ¬¬, nos volvimos locas con el tema de las entradas. Pero sirvió, de mucho. Esta bien, yo ayer llegué tarde, con un humor de mierda, y al llegar mi humor empeora cuando nos enteramos que no nos iban a dar la plata si ganabamos. Nos cambiamos, nos maquillamos, ensayamos mil veces, calentamos, gritamos, nos pusimos histéricas, y nos pusimos más nerviosas aún cuando hacemos el sorteo y nos toca que bailamos primeras :|. NOOO. O sea, era justamente lo que NO queríamos, pero bueno, había que bancarsela. Después de tanta espera, entramos, y fue un "ya fue, bailemos con toda"; y creo que prácticamente lo hicimos. Tuvimos un par de errores, yo tuve uno zarpado que me confundí un paso que era de derecha a izquierda y yo lo hice al revés, y sí, putee un poquitito, pero sh. Y con los votos, me volvieron loca. Después bailaron los otros tres colegios, y nosotras chusmeando abajo, y haciendo la cuenta, y yo poniendo caras de felicidad según lo que hacían o que lo que les decían (no voy a mentir, fui FELIZ cuando las gatas se confundieron y se fueron :P). Subimos para escuchar el puntaje del público y el voto secreto. Yo estaba a full haciendo las cuentas. El público y el dj nos vota a nosotras ;) jajaja [yo tenía "miedo" de que voten a las gatas]. Yo estaba diciendo "20 de 35, 20 de 35!" jajaja. Y el voto secreto (????) fue de 9, y les cabió a todas las gatas BU).
En fin, chicas, a lo que voy con todo esto es que las adoro, y que si bien yo con joha, noe y mai ya me re llevaba, ahora siento que nada, que si bien no somos un grupo, me uní mucho más a ustedes dos chicas, digo, con ceci y abru :).
En fin, las adoro chicas.

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Hola amiga, ¿qué tal? Buenos días. Vengo a hacer mi declaración, pero prometo no cantar victoria por describir lo que siento. Principalmente quiero decirte que no puedo estar sin ti, que yo necesito que estés junto a mí, probablemente porque eres tú lo mejor de mi ser. Puede ser también porque te quiero, te amo. No nos olvidemos tampoco de que desde que te he conocido yo vivo tan feliz.
Amiga, me conoces bien, y por ende podes estar segura que no miento al decirte que nunca nadie nos va a separar, que juntas jamás seremos vencidas. Sabes bien que soy tu fiel amiga, porque tú eres alguien especial y no te pareces a nadie, y tenemos la más bella amistad que existe en la vida. Con decirte esto, tan solo pretendo que cuentes conmigo amiga mía.
Cuando te busco siempre estás, sin pedirte, tu me das; tu acompañas en mi soledad, y eso es lo que yo valoro en una amistad consolidada para charlar de pavadas, entre otras cosas. Guardas todos mis secretos, por eso no dudo al creer que quizás no fue coincidencia encontrarme contigo, tal vez esto lo hizo el destino.
Hoy quiero contarte una historia que tiene algo de vos, una amiga. Ella siempre está pensando que no la quiero, pero la verdad es otra, sabe que la adoro… ella es mi mundo. No hay necesidad de decir quién es esa amiga, ¿no? Y vengo a escribir cartas como estas porque te quiero contar, por esta vía papel, que cuento con vos, aunque te culpe de todo y me enoje hasta sin razón. Pero pese a mis cagadas, sé que vas a estar siempre ahí dentro de mí, empujándome a seguir, levantándome si me caigo. Por eso, mi intención de hacer las paces, esta vez es en Do mayor. Sería genial que alguien o algo rompa la distancia que ahora mismo nos separa, porque yo te necesito como a la luz del sol, porque no sabes cuanta falta me haces.
Hoy te quiero pedir que propongamos no romper esta cadena, que propongamos tener de hermanos a nuestros amigos. Más que nada te lo pido por los tantos momentos vividos, por tantos recuerdos que van a quedar en lo profundo del alma, y porque nadie puede hacerte olvidar que anduvimos el mismo camino. Además, con o sin razón, no me animo a perderte. Sobre todo te lo ruego porque a pesar de los errores, a pesar de los defectos y virtudes, guardo en mí, los mejores momentos en lo profundo del alma… tantas veces tuvimos que estar separados, y sentir que a pesar de la distancia, sentimos lo mismo en cualquier momento. Tenemos 1000 lugares recorridos a pesar de que comenzamos de a poquito, con un choque de cometas.
Sé que vivimos siempre juntos y moriremos juntos. Juntos, caminando juntos, siempre por el mundo… estoy contigo, yo estaré a tu lado y yo no me separaré de vos. Te seguiré hasta el final, literalmente, y te pediré un abrazo más, un consejo más.
No tengo dudas de que si hay algo que esconder, o algo que decir, siempre serás tú, amiga, la primera en saber, que pasaras por casa sin llamar, sin avisar, reiremos juntas y me contarás mil cosas. Tienes que saber que aunque pasen muchos años, yo seré tu amiga en cualquier momento, ¿quién si no?, solo yo, en las buenas y malas.
Creo fielmente que hace un tiempo, dos almas andaban buscándose, dos melenas bien oscuras, para no darse nunca la espalda; que ahí es cuando yo pude encontrar amor sin fin. Es increíble como cambiaste mi vida. Porque se escribe así nuestra historia: que funcione o no, que este bien o mal, vivirlo con vos para mi es la gloria. Porque siempre fue así nuestro asunto: le falta de acá, le sobra de allá, retocándolo, pero siempre juntos.
Sé que te amo mucho, mucho más, del te amo que te digo. Por tal razón te pido que vos no te preocupes, que yo voy a intentar de ordenar nuestros desórdenes. Porque aunque llueva y yo no esté de humor, no estoy para discutir.
Necesito contarte, que hoy siento que si es que el tiempo no existe, yo quiero compartirlo; que si todo es una foto, yo quiero estar al lado tuyo.
Pese que a veces tengo muchas ganas de decirte basureadas por rayes míos, me los tengo que bancar porque nuestros recuerdos todavía me ayudan a seguir.
Te prometo que juntas vamos a lograr cambiar esta situación de mierda en la que estamos. Le tengo fe a nuestra gran amistad conformada por recuerdos, risas, llantos, anécdotas, historias, felicidades, tristezas, enojos, etc.
Prometo no abandonarte.

Nada hará cambiar mi amor por ti,

Pamela

Si, es vieja ya la carta, porque ya estamos bien. Pero me encanta, y dice toda la posta... Te amo María Laura Boniface, gracias por estar siempre.

Tengo que aprender

Estoy podrida de querer hacer las cosas bien y que por un tiempo lograrlo. Estoy harta porque el día que me equivoco en algo, me salta todo y todos encima. Lo digo principalmente porque con vos hice las cosas muy bien. Pero claro, una vez que me mandé una supuesta cagada con vos (palabras tuyas), decidís no hablarme más, tan fácil te es? Las cosas que hice bien, no las hice solo porque quería, sino que también me salía de adentro. Te dije mejor amigo, y por lo menos de mi parte, no fue sólo un decir. Te demostré mi cariño, mi confianza, todos los días. Me banqué muchísimas cosas, hice muchas otras cosas por vos, por tu cariño, por tu amistad. Fuiste una de las razones por las que dejé algo que fue importante para mi (no digo que me arrepiento de esa decisión, ni ahí, pero vos también influiste en eso). Secretos tuyos que guardé (y sigo guardando, obviamente), cosas mías que te confié solo a vos (y ni tengo que aclarar que espero que sigan solo con vos).
Quiero recordarte, que vos también te mandaste tus cagadas. Y sí, obvio, me enojé, me calenté; pero jamás hubiera dejado de quererte por tus cagadas, porque todos hacemos las cosas mal alguna vez. Además de que te quise (quiero) tanto como para que dejes de ser mi mejor amigo por boludeces. Es más, hay muchas veces que no te demostré mi enojo, porque sentía que no valía la pena, pero ahora me arrepiento.
Siempre fui una mina que no quiere ver las cosas cuando están mal, pero esta vez, estoy totalmente cegada. Más que nada porque ya no sé qué pensar. ¿Habrá sido verdad o real alguna vez todo lo que dijiste? No paro de desconfiar ahora, y realmente, lo que menos necesito en este momento, es no creer, no confiar.
Vuelvo con lo mismo de antes, con lo de estar podrida. Estoy cansada de estar de buen humor hasta que llega el momento del día en que te veo y te escucho. Si por lo menos pudiera verte menos, esquivarte... pero no, tengo que verte todos los putos días de mi vida. Me duele que ya ni me dirijas la palabra, que incluso me mires mal. Daría cualquier cosa con tal de que no me afecte nada que provenga de vos, pero se ve que no lo puedo evitar.
Pensar que te podría desmentir muchísimas cosas que vos crees que son. Si tan sólo supieras. Pero no más, no me voy a meter más. Listo. Fue tu decisión. Tené bien en claro eso, vos decidiste que esto esté así. Pensar que hace un poco más de un mes vivía con vos prácticamente. Pero basta, voy a tener que aprender que las cosas no son más así.